📖 Información Detallada

El culantro coyote, con su aroma fuerte y profundo, es una de esas plantas que no solo se reconocen por el sabor que le dan a la comida, sino también por su presencia viva en la medicina tradicional y el saber popular.
Sus hojas verdes, largas y dentadas han acompañado los caldos, guisos y frijoles de muchas generaciones, pero también han sido parte de remedios caseros y prácticas espirituales de protección.
En el ámbito digestivo, el culantro coyote es bien conocido como un calmante natural para el estómago. Una infusión de sus hojas puede aliviar la indigestión, calmar los cólicos y ayudar con la acidez. También es un excelente carminativo: ayuda a expulsar los gases del intestino y a reducir la hinchazón después de comidas muy pesadas o mal combinadas. Su efecto es suave pero efectivo, y es muy utilizado cuando los malestares estomacales vienen acompañados de estrés o tensión emocional.
Hay quienes también lo valoran por su aporte al hierro. Cuando se cocina junto a los frijoles —una costumbre muy común en las cocinas campesinas—, no solo es delicioso, sino que ayuda al cuerpo a absorber mejor el hierro presente en las leguminosas, lo cual es útil para personas con cansancio crónico o anemia leve. Además, aplicada de forma externa, la hoja fresca se ha usado para desinflamar golpes, aliviar irritaciones y hasta para desinfectar pequeñas heridas.
Más allá de lo físico, el culantro coyote tiene un lugar especial en las prácticas de protección espiritual. Se acostumbra sembrarlo alrededor de las casas como barrera contra las malas energías. También se puede usar en baños espirituales para limpiar el cuerpo de cargas pesadas, atraer calma y crear una sensación de resguardo energético.
Así, esta planta tan humilde y fuerte a la vez, sigue ocupando un lugar esencial tanto en la olla como en muchas tradiciones.

Dosificación

🟢 Muy seguro, usar abundantemente cocinado, tradicionalmente no se usa crudo, aunque en pequeñas cantidades no es dañino.