La cúrcuma, con su color dorado intenso y su sabor terroso, es una de esas raíces que parecen llevar el sol por dentro. Desde hace siglos se ha utilizado no solo como condimento en la cocina, sino como un poderoso aliado en la medicina tradicional de muchas culturas, especialmente en la india, donde es considerada sagrada. Aqui en Costa Rica es muy facil de sembrar y cosechar en grandes cantidades.
Conocida por su alto contenido de curcumina, esta raíz es un antiinflamatorio natural por excelencia. Se ha usado para aliviar dolores articulares, reducir la inflamación interna y externa, y ayudar al cuerpo en procesos donde hay hinchazón o sensibilidad, como en casos de artritis o molestias digestivas. Preparada en infusión o mezclada con aceites, también puede aplicarse sobre la piel para calmar zonas inflamadas o tratar heridas leves, gracias a su acción cicatrizante, antiséptica y antifúngica.
Uno de los aspectos más interesantes de la cúrcuma es que actúa tanto en medios acuosos como grasos: es hidrosoluble y liposoluble, lo que significa que puede ser absorbida por el cuerpo de distintas maneras, y por eso se recomienda consumirla con un poco de aceite y pimienta negra para potenciar su efecto medicinal. Esta combinación ayuda a que sus principios activos entren con más fuerza al sistema, estimulando el sistema inmunológico y favoreciendo una mejor respuesta del cuerpo ante infecciones, desequilibrios o enfermedades crónicas.
Muchos estudios modernos la reconocen por su potencial anticancerígeno, ya que la curcumina actúa como antioxidante, bloqueando el daño celular causado por radicales libres. Aunque la ciencia aún sigue explorando estos efectos, la medicina ancestral ya la usaba para fortalecer la sangre, proteger los órganos y limpiar el cuerpo desde adentro.
También es valorada por sus propiedades antifúngicas y antibacterianas. En la piel, puede aplicarse en forma de pasta para hongos, picaduras o acné leve. En infusión o en leche dorada (leche vegetal con cúrcuma y especias), se toma como remedio preventivo para mantener el cuerpo fuerte durante cambios de clima o épocas de mucha exigencia.
La cúrcuma es, en muchos sentidos, una raíz medicina: sencilla, generosa, potente. Un regalo de la tierra que nos ayuda a sanar, limpiar, calmar y sostener desde lo profundo.

Dosificación

🟡 Seguro en cantidades reguladas.

• 2 cm de raiz fresca o media cucharita por taza (infusion o decoccion).