La gavilana es una planta de sabor fuerte y carácter decidido. Conocida también como “gavilana amarga” o “hierba de los dolores”, ha sido parte de la botica tradicional de muchas familias campesinas, sobre todo por su potencia como purificadora interna. En infusión, tintura o enema, esta planta ha sido utilizada por generaciones para limpiar el cuerpo desde adentro, y es particularmente reconocida por sus propiedades como desparasitante natural.
Cuando se toma como té, suele usarse para combatir infecciones intestinales, diarreas de origen bacteriano o parasitario, y para desinflamar el colon, sobre todo en personas con digestiones difíciles, inflamación crónica o desequilibrios intestinales. Su sabor amargo no pasa desapercibido, pero justamente en esa amargura está gran parte de su poder medicinal: estimula la digestión, el hígado y los procesos de eliminación del cuerpo.
La gavilana también se ha usado tradicionalmente en enemas, especialmente cuando hay acumulación de toxinas, lombrices o inflamación persistente en el intestino grueso. En esta forma, se prepara una decocción suave que se introduce por vía rectal para promover una limpieza más localizada del colon. En tintura, se toma en pequeñas dosis diluidas en agua, y es útil como apoyo para fortalecer el sistema digestivo o como tratamiento preventivo en temporadas de exposición a alimentos contaminados o cambios de clima que afectan el intestino.
Más allá de lo digestivo, algunas personas la utilizan también como planta de limpieza energética, ya que su intensidad amarga y purificadora no solo actúa sobre el cuerpo físico, sino también sobre las cargas emocionales o mentales que se sienten "atascadas".
La gavilana es una planta que no endulza, pero sí sana. En su amargura trae alivio, limpieza y fuerza, ayudando al cuerpo a soltar lo que ya no necesita y a recuperar el equilibrio desde las entrañas.

Dosificación

🟡 tomar 3 tazas durante maximo 5 dias y descansar minimo 2 semanas.

• 2 hojas por taza de infusion.