La planta conocida como Santa María es una especie ampliamente valorada en la medicina tradicional por su acción purificadora y restauradora. Su uso más común es como diurético natural, facilitando la eliminación de líquidos y toxinas a través de la orina. Esta propiedad la convierte en un remedio eficaz para tratar infecciones urinarias, inflamación de la vejiga y retención de líquidos.
Pero su acción va más allá del sistema urinario: también estimula la limpieza del sistema linfático, ayudando así al cuerpo en la eliminación de desechos y fortaleciendo las defensas naturales.
Santa María también se emplea en aplicaciones externas sobre la piel, especialmente en casos de infecciones cutáneas, abscesos o inflamaciones, gracias a sus propiedades antimicrobianas y cicatrizantes. Las hojas frescas se pueden aplicar en forma de cataplasma, mientras que la infusión se puede usar en lavados.
A nivel emocional y energético, esta planta es conocida por su capacidad de “abrir el corazón”, favoreciendo la expresión emocional, la liberación de cargas afectivas y el equilibrio del estado anímico.
También se usa como tónico general, especialmente en procesos de recuperación, y para aliviar dolores de cabeza asociados a tensión o congestión.

Dosificación

🟡 Es segura pero no se recomienda tomar durante más de 2 semanas. 1-2 tazas al día con media hoja grande o una hoja pequeña.

• No se recomienda durante el embarazo.